sábado, 17 de noviembre de 2012

EL CEREBRO DE UN PSICÓPATA

La psicopatía se compone de dos tipos de rasgos: una que incluye el área emocional o interpersonal como el egocentrismo, la falta de empatía, la ausencia de remordimientos, y una segunda que remite a un estilo de vida antisocial como la impulsividad, estilo de vida inestable y conductas antinormativas entre otros. No siempre van unidas. 


Existen personalidades psicopáticas que consiguen una suficiente integración social, sin delinquir, aunque en sus relaciones personales será posible identificar los rasgos que los definen. Y existen delincuentes que no cumplen los rasgos del primer factor. En lo que también existe acuerdo es en que, tomado aisladamente, la psicopatía es el principal factor de peligrosidad de un sujeto. La mayoría de los asesinos en serie son psicópatas, incluso integrados socialmente. 

Más del 1% de las personas son psicópatas.

Las diferencias en los psicópatas no se dan en el área cognitiva, sino en la emocional. No padecen una desconexión de la realidad. Los psicópatas son capaces de anticipar lo que la otra persona pensará y sentirá pero para ellos es una herramienta de manipulación y explotación de su víctima, no inhibirá su agresión por ello, carece de empatía, que es uno de los mas potentes inhibidores de la violencia y la crueldad. El cerebro humano transporta en su estructura la historia de la evolución, y que por lo tanto, la integración de las áreas cerebrales que relacionan la emoción, con la cognición y la conducta son esenciales para la vida social adaptada.



Actualmente, sabemos que en muchos psicópatas las técnicas de neuroimagen muestrandiferencias estructurales o funcionales vinculadas al lóbulo frontal y al área ventromedial y dorsolateral, que se relacionan con la autorregulación, la planificación y la toma de decisiones. Podemos decir que los psicópatas muestran deficiencias en la integración del mundo emocional con el razonamiento y la conducta, y que el déficit fundamental se encuentra en el primer punto: un psicópata es conocedor del daño que causa en otros, pero no siente ningún remordimiento ni empatía por sus víctimas.

Otras áreas del cerebro también vinculadas a la psicopatía son las relacionadas con la afectación del lóbulo frontal y de la amígdala, con reducción del volumen de la corteza prefrontal y cambios en componentes del sistema límbico involucrados en el procesamiento emocional. Igualmente, se han señalado diferencias en el hipocampo y otras estructuras relacionadas con el aprendizaje de las experiencias.


La existencia de diferencias en el cerebro de los psicópatas plantea una importante cuestión forense. 

El psicópata puede estar capacitado para comprender las diferencias entre lo correcto y lo incorrecto, entre lo lícito y lo ilícito. Puede anticipar las consecuencias de sus actos sobre los demás. Incluso puede anticipar las emociones dolorosas que sus actos pueden causar. Sin embargo, este mismo psicópata puede tener alterados los mecanismos neurológicos que le permitan inhibir sus comportamientos violentos. 

Las posibles disfunciones de su sistema nervioso no le impiden planificar los actos violentos en muchas ocasiones ni conocer el alcance de sus consecuencias. Pueden tener deficiencias en los inhibidores internos, pero se inhiben ante presiones externas, por ejemplo, las fuerzas policiales.

La investigación en psicopatología y neuropsicología forense proporcionará la acumulación de evidencia que permita especificar los supuestos concretos en que estas personas puedan ver alterada la culpabilidad legal.



Un equipo de psicólogos norteamericanos ha demostrado que cierta área del cerebro relacionada con la sensación de recompensa o de placer es más activa en el caso de los individuos psicópatas. Estos individuos se caracterizan por buscar siempre su propio beneficio sin importarles los efectos de sus actos sobre otras personas o los peligros que puedan conllevar dichos actos. La causa de esta conducta antisocial podría estar, aseguran los científicos, en una anomalía del cerebro. 


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