La memoria es una función del cerebro y un fenómeno de la mente que permite al organismo codificar, almacenar y evocar la información del pasado. Surge como resultado de las conexiones sinópticas repetitivas entre las neuronas y se crean las redes neuronales, es la llamada potenciación a largo plazo.
La palabra memoria es una facultad que le permite al ser humano retener y recordar hechos pasados. Posiblemente lo más importante para cualquier ser humano es su capacidad para almacenar experiencias y poder beneficiarse de dichas experiencias en su actuación futura.
El hipocampo es una de las principales estructuras del cerebro humano y otros mamíferos. Al igual que el resto de la corteza cerebral es una estructura pareada, con dos mitades que son imágenes especulares en ambos hemisferios cerebrales. El hipocampo se localiza en el interior de la parte medial o interna del lóbulo temporal, bajo la superficie cortical.
No existe un único lugar físico para la memoria de nuestro cerebro. La memoria está diseminada por distintas localizaciones especializadas, mientras en algunas regiones del córtex temporal están almacenados los recuerdos de nuestra tierna infancia, el significado de las palabras se guarda en la región central del hemisferio derecho y los datos de aprendizaje en el córtex parieto-temporal. Los lóbulos frontales se dedican a organizar la percepción y el pensamiento. Muchos de nuestros automatismos están almacenados en el cerebelo.
En la enfermedad del Alzheimer el hipocampo es una de las primeras regiones del cerebro en sufrir daños. El daño al hipocampo también puede proceder de situaciones de hipoxia, encefalitis o epilepsia del lóbulo temporal. Las personas que hayan sufrido un daño extenso en el hipocampo pueden experimentar amnesia, es decir, la incapacidad para adquirir o retener nuevos recuerdos.
El hipocampo es una de las principales estructuras del cerebro humano y otros mamíferos. Al igual que el resto de la corteza cerebral es una estructura pareada, con dos mitades que son imágenes especulares en ambos hemisferios cerebrales. El hipocampo se localiza en el interior de la parte medial o interna del lóbulo temporal, bajo la superficie cortical.
No existe un único lugar físico para la memoria de nuestro cerebro. La memoria está diseminada por distintas localizaciones especializadas, mientras en algunas regiones del córtex temporal están almacenados los recuerdos de nuestra tierna infancia, el significado de las palabras se guarda en la región central del hemisferio derecho y los datos de aprendizaje en el córtex parieto-temporal. Los lóbulos frontales se dedican a organizar la percepción y el pensamiento. Muchos de nuestros automatismos están almacenados en el cerebelo.
En la enfermedad del Alzheimer el hipocampo es una de las primeras regiones del cerebro en sufrir daños. El daño al hipocampo también puede proceder de situaciones de hipoxia, encefalitis o epilepsia del lóbulo temporal. Las personas que hayan sufrido un daño extenso en el hipocampo pueden experimentar amnesia, es decir, la incapacidad para adquirir o retener nuevos recuerdos.
Los primeros estudios sobre la memoria comenzaron en el campo de la filosofía e incluóan las técnicas para mejorar la memoria. A finales del siglo XIX y principios del XX,la memoria pasó a ser paradigma por excelencia de la psicología cognitiva. En las últimas décadas se ha convertido en uno de los principales pilares de una rama de la ciencia conocida como neurociencia cognitiva, un nexo interdisciplinario entre la psicología cognitiva y la neurociencia.
Según el alcance temporal con el que se correspondan, se clasifican, convencionamente, en memoria a corto plazo (consecuencia de la simple excitación de la sinopsis para reforzarla o sensibilizarla transitoriamente) y memoria a largo plazo (consecuencia de un reforzamiento permanente de la sinapsis gracias a la activación de ciertos genes y a la síntesis de las proteínas correspondientes).
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