Un nuevo estudio revela que los cerebros de los gays comparten características con los de las personas heterosexuales del sexo opuesto.
Algunos investigadores encontraron similitudes entre el tamaño del cerebro y la estructura física. También se encontraron similitudes como la fortaleza de las conexiones neuronales entre personas gays y personas heterosexuales de sexo opuesto.
En cierto modo, los cerebros de hombres heterosexuales y lesbianas son similares en lo que concierne a la longitud de las ondas, según cierta investigación. De la misma manera, los hombres gays y las mujeres heterosexuales tienen cerebros similares. Estos nuevos descubrimientos evidencian que los homosexuales podrían tener una predisposición genética para ser gays y lesbianas.
Las diferencias entre la actividad del cerebro y la anatomía fueron observadas en un estudio que incluía 90 hombres y mujeres, contando con homosexuales y heterosexuales de ambos géneros.
Los investigadores vigilaron la actividad neuronal en el cerebro midiendo el flujo de sangre. (El flujo sanguíneo es la cantidad de sangre que atraviesa la sección de un punto dado de la circulación en un período determinado)
Las exploraciones se llevaron a cabo cuando los voluntarios estaban descansando y no expuestos a estímulos externos. Estos estudios se centraron en la amígdala, una estructura con forma de almendra dentro de cada hemisferio del cerebro asociada con el proceso de las emociones.
Las dos partes del cerebro también difieren en su simetría según la orientación sexual de la persona.
Para determinar el volumen del cerebro, Savic y otros investigadores compararon los hemisferios derecho e izquierdo usando resonancias magnéticas, escáners y otras investigaciones previas. Se descubrió que el hemisferio derecho era ligeramente mayor que el izquierdo en heterosexuales masculinos y lesbianas. Por el contrario, los gays y las mujeres heterosexuales tienen dos hemisferios más simétricos.
Estes resultados complementaban investigaciones previas que encontraron diferentes reacciones entre heteros y homosexuales en respuesta, por ejemplo, a imágenes sexuales y ciertas feromonas (las feromonas son sustancias químicas secretadas por los seres vivos con el fin de provocar comportamientos específicos en otros individuos).
Así mismo, trabajos recientes de Witelson y otros investigadores, afirman que el cuerpo calloso, una larga extensión fibrosa que conecta los dos hemisferios, era más larga en los hombres gays que en los heterosexuales.
Estas características cerebrales, como el cuerpo calloso o la amígdala, se desarrollan muy temprano, por lo que se dice que vienen determinadas genéticamente.
"Los últimos descubrimientos hacen muy difícil defender que esas diferencias son el producto de aprendizaje o de influencias ambientales, pero tampoco asegura que la sexualidad de una persona esté determinada en su nacimiento" apunta Witelson.
Hay que destacar otra afirmación de Sandra Witelson, una neurocientífica de la escuela de medicina Michael G DeGroote en la universidad de Ontario, Canadá:
“La orientacion sexual tiene un gran componente genético, pero eso no significa que el ambiente sea 100% irrelevante”
En la actualidad no podemos afirmar si la orientación sexual está ligada a la genética. De hecho, hay un gran abanico de demostraciones y refutaciones, es decir, hay una gran controversia en relación a esta afirmación. Lo que está claro es que los científicos seguirán investigando hasta llegar a una conclusión que culminará y dejará el resto de lado.
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