Recientes descubrimientos refieren que ciertas regiones del cerebro experimentan un refinamiento durante la adolescencia en contra de lo que antes se pensaba, pues los científicos creían que el periodo crítico para el desarrollo del cerebro eran los primeros años de la niñez.
Novedosas investigaciones financiadas por los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, se han enfocado en el estudio de cambios en el cerebro que puedan explicar el comportamiento adolescente normal y anormal. Encontraron que durante la adolescencia las conexiones nerviosas y las vías de conexión en el cerebro cambian para satisfacer las necesidades del ambiente, la materia gris incrementa su volumen en las edades más tempranas pero durante la pubertad esta comienza a disminuir y adelgazarse, lo que se relaciona con el progreso de las habilidades cognitivas o de razonamiento, se cree que este proceso puede reflejar una organización más eficiente del cerebro.
Otros estudios basados en técnicas de imágenes muestran que partes del cerebro asociadas con funciones más básicas, tales como áreas motoras y sensoriales, maduran más temprano, en cambia las que muestran una maduración más tardía incluyen las involucradas en el planteamiento y toma de decisiones, tales como la corteza prefrontal, la cual no presenta características adultas hasta los 20 años de edad. Esta investigación también ha revelado que el centro de recompensa del cerebro, el estriado ventral, está más activo durante la adolescencia que en la adultez y que el cerebro en los adolescentes puede tener conexiones más fortalecidas entre las regiones del razonamiento y las relacionadas con las emociones. Estas últimas aún están madurando por lo que pueden ser más vulnerables a desordenes psicológicos, tales como la depresión y el trastorno bipolar.
El hecho de conocer más a cerca de los cambios que experimenta el cerebro durante la adolescencia ha promovido el estudio de tratamientos para trastornos mentales en adolescentes.
Los nuevos avances en técnicas para la toma de imágenes del cerebro han permitido a los científicos escanear zonas del cerebro a intervalos regulares para mapear aumentos y pérdidas del tejido cerebral, esto ha hecho poder comparar el crecimiento del cerebro en personas saludables y enfermas y localizar los cambios más destacados durante las enfermedades. En el futuro esta investigación podrá llevar a tener tratamientos específicos para aliviar y prevenir futuras enfermedades.
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