sábado, 20 de octubre de 2012

LA MÚSICA Y EL CEREBRO

Algunos de los especialistas que participan en la Reunión Anual de la Sociedad Andaluza de Neurología han destacado las propiedades musicales en tratamiento de enfermedades. Así mismo, también señalan algunos peligros para los profesionales.











Especialistas en Neurología han analizado las relaciones que existen entre el cerebro y la música, la música como tratamiento de enfermedades y las enfermedades a las que da origen la música durante la XXVIII Reunión Anual de la Sociedad Andaluza de Neurología (SAN), celebrada recientemente en Cádiz. Entre los beneficios han podido destacar la reducción de los niveles de ansiedad y hostilidad, su inducción al sueño, una mejora en la conducta de los niños y su importante contribución a la hora de la prevención de estados de agitación.


El neurólogo del Hospital Universitario Puerta del Mar, de Cádiz, Jesús Acosta, quien también apuntó efectos negativos como origen de numerosas enfermedades, así lo ha contado. De esta forma, el doctor Acosta habló acerca de las tecnopatías más frecuentes que padecen los músicos. Entre estas podemos destacar las lesiones articulares, cervicales, distonías, tendinitis..., aunque también es importante señalar las pérdidas elevadas de audición. Centrándose más en el caso concreto de los cantaores de flamenco habló de la disfonía (también conocida como voz leñosa) que algunos padecen por el uso particular que hacen de su voz.


De la misma manera, el neurólogo comentó las alteraciones de conducta a las que pueden verse sometidos los músicos como consecuencia, fundamentalmente, a la ansiedad y al estrés al que están sometidos antes de una actuación. Así como la depresión a la que pueden llegar si algo no les sale bien durante la misma, la drogodependencia, como consecuencia de la búsqueda de estímulos externos, o incluso el abuso de fármacos.


La relación entre música y cerebro también fue ampliamente mostrada en una exposición en la que el doctor Acosta hizo referencia a casos de amusia, esto significa, personas que no poseen sensibilidad para la música; mientras que, por el contrario, los autistas entienden los sonidos musicales y no las palabras. De la misma manera, habló de músicos de gran importancia que sufrían trastornos cerebrales y que, sin embargo, llegaron a componer obras maestras. 


En relación a eso, citó la afasia de Ravel, las alucinaciones auditivas de Schumman, derivadas de brotes de psicosis y esquizofrenia, y que "se supone" que dieron origen a compases de algunas de sus partituras; o de cómo el gaditano Manuel de Falla sufría una dermatitis aguda debido a su manía de lavarse las manos constantemente.

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